En el jardín azul había flores diferentes a todas. En el jardín azul habia aromas por nadie nunca sentidas. En el jardín azul habia sonrisas que jamás terminaban. En el jardín azul habia poemas que en su luz se elevaban. En el jardín azul habia un tesoro; estaba el fin del dolor. En el jardín azul estabas tú... estabas tú, y me amabas. (Germán Alexis Gilio)
Buscar este blog
jueves, 18 de febrero de 2016
Terror
-¿Sabes que son dos planchas de hierro?, de esas que utilizan para hacer barcos. Miraba a la joven a los ojos, sin pestañear. La chica lo miraba asustada, sin saber cual sería la reacción del hombre.
-Pues así es como está ahora mi cabeza, mi cerebro, mis pensamientos, aplastados entre dos pesadas planchas de esas. Decía esto sin enfatizar, sin expresar ningún sentimiento, quizás el de hastío y eso no le gustaba nada a la chica.
-¿Ves esto?, seguía hablando con el mismo tono, -¿Lo ves?, insistía poniendo la pistola en la cara de ella. Un gesto afirmativo bastó para que el hombre armado se conformara.
-Esto es el único gato hidráulico que conozco, capaz de quitar esas pesadas planchas que me oprimen.
-¡Hierro contra Hierro!. lo dijo mientras se colocaba la pistola en la sien.
No hubo tiempo a más, tras la explosión, silencio. La sangre caliente junto a restos de huesos, piel y pelos se esparció por la sala y la cara de la chica.
-Pues así es como está ahora mi cabeza, mi cerebro, mis pensamientos, aplastados entre dos pesadas planchas de esas. Decía esto sin enfatizar, sin expresar ningún sentimiento, quizás el de hastío y eso no le gustaba nada a la chica.
-¿Ves esto?, seguía hablando con el mismo tono, -¿Lo ves?, insistía poniendo la pistola en la cara de ella. Un gesto afirmativo bastó para que el hombre armado se conformara.
-Esto es el único gato hidráulico que conozco, capaz de quitar esas pesadas planchas que me oprimen.
-¡Hierro contra Hierro!. lo dijo mientras se colocaba la pistola en la sien.
No hubo tiempo a más, tras la explosión, silencio. La sangre caliente junto a restos de huesos, piel y pelos se esparció por la sala y la cara de la chica.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)