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viernes, 2 de diciembre de 2016

Fiesta

Vivían en la ignorancia de lo que sucedía a su alrededor, no quisieron ver la otra realidad, la cruel y dura verdad que los rodeaba, haciendo gala del más puro estilo de vida Epicúreo, ni tan siquiera dirigieron su mirada hacia el exterior, bordeaban las ventanas para no mirar ni de reojo el caos que ya llegaba a sus jardines.  Escuchaban la música en aquella fiesta que parecía interminable, pero no hay fiesta eterna.
Los primeros invitados en abandonar el baile se toparon con una realidad que les agujereó el alma, poco a poco el salón fue quedando vacío, ya hacía tiempo que los músicos habían dejado de tocar, serpentinas, copas a medio vaciar, botellas de champán por todas las mesas auxiliares, evidenciaban que aquella había sido una fiesta mítica.
El anfitrión la había abandonado a la vez que los músicos entonaron la última de las baladas. Un tiro en la cabeza acabó con su vida y la de su compañera.
Setenta años después, otra fiesta se celebra, ahora han puesto papel celofán en las ventanas para que disimule el drama del exterior, quienes golpean las ventanas con fuerza son apartados por los equipos de seguridad para que no enturbien la diversión de los de adentro. ¿Hasta cuando?...el tiempo nos lo dirá.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Plato único


Tras la barra, un hombre de aspecto sucio mataba moscas con un trapo. Todo olía a frituras; era un milagro que sanidad no le hubiera cerrado ya el establecimiento.
Pérez llegó a la hora acostumbrada, con más de cien kilogramos de peso, retaba cada día a la banqueta de madera para no partirla en mil astillas.
-¡Hola Pedro!, saludo secándose el sudor de la barbilla. -¡El guiso del día!, dijo mientras emitía extraños sonidos debido al esfuerzo que le costaba respirar.
Sin mediar palabra, Pedro le sirvió un plato enorme de carne con tomates.
-¡Que te aproveche!, dijo de mala gana.
En la distancia observó como Pérez daba buena cuenta de su comida, lo hacía con fruición, sin levantar la mirada del plato, llenando los dos carrillos y engullendo casi sin masticar.
De pronto, comenzó a convulsionar. Ya no emitía sonido alguno y su rostro se azulaba por momentos, un golpe de tos y algo sobrevoló la barra hasta caer a los pies de Pedro. Un trozo de carne con un pequeño pendiente adherido.
-Dile a Carmen que el guiso estaba de muerte, se despidió Pérez.
Pedro miró el trozo de carne en el suelo y dijo:
-¡Ya has oído!

martes, 15 de noviembre de 2016

Desconsuelo

 El Domingo día 13 de Noviembre del año 2.016, la tristeza inundó nuestros corazones. Emilio perdió la lucha contra sus células malas.
 Nosotros perdimos su felicidad; su manera de hablar; su actitud ante todo, bueno y malo; su dedo meñique levantado al beber; su sonrisa; su forma de tomarlo todo con calma;...
 Te gustaba entrar en este blog a leer mis relatos, luego lo comentábamos. Nunca más podremos hacerlo y este, tu relato propio quedará como tu cuerpo, inerte a la espera de algún lector que te mantendrá vivo en mente, te conociera o no, al saber que existió una persona buena, una buena persona llamada Emilio Blanco Coria.
 Desde que entraste a formar parte de mi vida allá por los años ochenta, cuando aún eras novio de la tía Mari, las anécdotas y recuerdos se amontonan en el baúl de mi memoria. Hoy cientos de personas han sentido tu marcha, no digo tu pérdida, porque mientras te recordemos, no habrás-no te habremos- perdido.
En el cementerio, mientras alargábamos la despedida, no pude más que contemplar a todos los que allí habíamos con lágrimas en los ojos al saber que tu cuerpo en breve desaparecerá de nuestra vida para siempre.
 Cuanto dolor desparramado sobre aquellas piedras, cuantas madres, padres, hijos, hijas, hermanos, hermanas, abuelos, abuelas, sobrinos, sobrinas, primos, primas, cuñados, cuñadas, amigos, amigas...habrán dejado en algún momento de su existencia dolor sobre aquellas marmóreas lápidas.
 Sé que si leyeses esto, hasta me reñirías, -"sobrino, sobre mi escribe cosas alegres"-; pero esto ya no es sobre ti, es sobre mi y sobre quienes nos quedamos sin poder disfrutar de ti.
 Aún pesa sobre mis dedos la pena, el desasosiego de querer decir pero no poder escribir sobre el padre que quiso a sus hijas por encima de todas las cosas; el marido que siempre tuvo un beso, un abrazo para su mujer; el cuñado que era querido por todos ya que siempre estuvo dispuesto a ayudar a quien lo necesitaba; el hombre que supo darle a todos su sitio.
 Tus restos descansan entre los pinos y el mar, tu recuerdo en nuestros corazones.
 Hasta siempre Emilio.
 

viernes, 14 de octubre de 2016

Borrado

2:00 Horas. 16 de Julio de 2.012

Acabo de levantarme para ir al servicio, antes de volver a la cama me he mirado al espejo y sentí la irrefutable necesidad de sentarme en el ordenador a escribir.
 Desde hace meses estoy notando una extraña sensación de cambio en mi cuerpo, para ser más exacto, en mi mente. La evolución de mi memoria ha tocado techo, ahora comienza a descomponerse, y lo peor, tengo conciencia de ello.

11:00 Horas 17 de Julio de 2.012

 Anoche tardé en coger el sueño, pero tras una ducha ya estoy de nuevo operativo. Cuando busqué el café en la alacena, pude observar que no sabía que buscaba, puede ser Alzehimer, espero que no sea eso, ya que es una auténtica putada tener esta enfermedad con tan solo 24 años.

14:00 Horas 17 de Julio de 2.012

 Estoy tranquilo, no es Alzehimer, acabo de darme cuenta que me están borrando el cerebro poco a poco, en plan experimento. Saben que sé demasiado. ¿Que quienes lo saben?, ¡El Gobierno!. No, este gobierno nuestro no, "El Gobierno" con mayúsculas, el que crea las guerras y pone y deroga presidentes. ¡Maldita sea!, no creí que diesen conmigo tan pronto.

21:00 Horas 17 de Julio de 2.012

Llevo cinco horas escondido en el baño, para evitar el borrado de mi cerebro me he recubierto la cabeza con papel de aluminio, se que solo aguantará las ondas por poco tiempo, pero debo intentar que mi cabeza no se quede en blanco. Voy a ducharme.

10:00 Horas 18 de Julio de 2.012

Anoche estuve encerrado en el baño hasta las cinco de la mañana, creo que he despistado a esos malditos mercenarios cibernéticos del gobierno. No he notado lagunas ni disminución de mi capacidad de memoria en estas últimas 24 horas.

16:00 Horas  6 Noviembre de 2.014

He abierto el ordenador y me he encontrado este diario, no se quien escribió esto ahí, no se de que habla, no se escribir....

jueves, 13 de octubre de 2016

Libre

Hace unos días recibí en mi correo electrónico la invitación de una editorial para participar en un certamen cuyo título era :"Hay vida después del cáncer". Cuando leí el correo, el plazo acababa en seis horas, así que decidí, tras leer las bases, escribir este relato y enviarlo.



Todos los sentidos los tenía a flor de piel; el olor a mar inundaba sus fosas nasales; el ruido de las olas la alejaban de la ciudad; el sabor a sal la invitaban al baño; el suave tacto de la brisa sobre su desnuda piel hacía que cada poro cobrase vida propia.

Abrió los ojos para cerciorarse que, tras tantos meses aislada, aquello era real. Cuando vio las cicatrices de sus inexistentes pechos una mueca se dibujó en su cara. Sonrió y corrió desnuda hacia el mar, feliz por volver a sentirse libre.

martes, 11 de octubre de 2016

Amores perros

 Deambulaba por aquella ciudad asfaltada, llena de autos y edificios, apenas podía verse el celeste cielo. Vestido impecable de traje hablaba sólo, no elevaba la voz, pero cualquiera que se situase a no menos de un paso, podría oír con toda nitidez lo que decía.
 -Sí, debajo de la cama-. Silencio y mirada perdida sobre los transeúntes que iban y venían.
 Notó la afilada hoja de metal incrustarse en su riñón derecho, la punzada de dolor hizo que emitiera un grito que la marea humana que desfilaba por la amplia acera se movilizó para describir un círculo a su alrededor dejando un hueco lo suficientemente amplio para que aquel hombre se diese cuenta que a pesar de estar rodeado de personas, se sintiese solo.
 Allí tirado en la fría acera gris, notaba como su ropa se empapaba de la caliente sangre que se enfriaba y le producía una extraña sensación sobre la piel. Observó con detenimiento lo que hacía años no había mirado, se tuvo que retrotraer a su más tierna infancia, a cuando su abuelo lo llevaba al parque y le enseñaba el cielo, los árboles,...
 -¡Joder, este traje vale más de mil euros!-, murmuraba mentalmente mientras sabía que la sangre, la orina, la suciedad del suelo se impregnaba sobre las costosas telas.
 -¡Cariño, cariño!...-oía la voz de un ser querido, alguien conocido. ¡Era Cati!, Catalina, su mujer, aquella que se enamoró de forma extraña, y a la que utilizaba como ama de casa y de vez en cuando le echaba un mal polvo que la contentaba.
  -¡Me han apuñalado!-, apenas reconocía su propia voz.
  -¿Duele?-, preguntó con una voz demasiado tranquila. Más que la pregunta, que ya de por sí era extraña, lo que le sorprendió fue el tono con el que efectuó la pregunta.
 -Sí Cati, duele y mucho-.
Silencio al otro lado.
-¡Cati, nadie se para a ayudarme!, ¡Avisa a una ambulancia!-. Su voz sonaba patética, él Gumersindo Fernández ¿suplicando?.
-¿Duele cariño?- Insistió la voz al otro lado de la línea.
-Sí, si duele, ¡Joder!, pide ayuda.- exclamó sobrepasado por las circunstancias.
-Me alegro-, continuó hablando la voz de la mujer, sin sobresaltarse.
-¿Cómo?- Dijo el moribundo.
-Que me alegro que te duela, que sufras como me has hecho sufrir a mí, te revuelques en la mierda suplicando un poco de compasión, que sepas que mi infelicidad, tus traiciones, desprecios, abusos, los estás ahora pagando, y lo que más siento es que si mueres, tu dolor será efímero, mientras que el mío dura años.
-Pi-pi-pi.
-¡Hija de puta!, como puede se arrastra por la acera, el círculo de viandantes se mueve acompasado a su desplazamiento, llega hasta el mismo borde de la acera, tras él puede escuchar un:
-¡Eh taxi!, seguido de un silbido.
-¡Crush !, la rueda del taxi revienta la cabeza del moribundo.
Tras el taxi una ambulancia, sólo pueden certificar la muerte del individuo por aplastamiento de cráneo.


lunes, 3 de octubre de 2016

muerte

 La muerte debe esperar, salí de casa con lo primero que pillé, las escaleras las bajaba de dos en dos, pobre vecina del tercero que casi la arrollo al liarse mis pies con la correa de su pekinés, ¿Quien tiene ya pequinés cuando la raza lame coños de moda son los yorkshire?, caí rodando hasta toparme con la pared, el perro chillaba, me desembaracé de aquella cuerda que se liaba entre mis pies y continué la bajada, ya os he dicho que la muerte debía esperar, no me hice absolutamente nada en aquella tremenda caída, del pekinés no puedo decir lo mismo, ya que le pisé la cabeza antes de poder deshacer el último de los lazos que me unía a él.
 Imagino que os preguntaréis que a donde iba tan corriendo, y porqué la muerte no me alcanzó. Para ello deberíamos irnos dos semanas atrás, cuando realmente la muerte me dio caza. Cruzaba el semáforo en verde, cuando la moto de correos me arrolló.
 Os podéis imaginar el zipi zape que allí se formó, la señora que conducía la motocicleta desmayada, la gente acudiendo a ambos, mi cartera voló en mano de una experimentada joven que se  apropió de lo ajeno aprovechando la confusión. Y mi alma que se sacudía el polvo de los pantalones a la vez que decía:
 -No ha pasado nada, todo ha sido un susto-. Chico susto el que me llevé al verme tirado y sin respirar. Cuando apareció la parca negocié, ¿Que es imposible?, bueno, aquí estoy y no me sobra precisamente el tiempo para perder lo en tratar de convenceros.
 Desde hace dos semanas ando dando esquinazo a tan incisivo personaje, pero me temo que esta será mi última historia.
 

sábado, 27 de agosto de 2016

Vacaciones

 -Nunca pensé que esto pudiera ocurrirme a mí. ¿Cuantas veces había oído esa frase a lo largo de mi vida?, tantas que no sabría decir la cantidad exacta. Mi trabajo como médico oncólogo en el Hospital Universitario de Puerto Real me habían llevado a transmitir tan mala noticia a tantos pacientes, que el día que me tocó a mi, repetí indefectible la frase que tanto había oído de boca de los aflijidos pacientes.

Me llamo Juan Salvador Gaviño, sí, la broma de la gaviota me la habían echo hasta la saciedad. La gente se repite, nos repetimos en lo que creemos que pueda ser un alarde de ingenio para convertirlo en un bucle cansino y poco afortunado.

-¿Cómo se llama Usted?
-Juan Salvador Gaviño
¡Ah!, decían a la vez que asomaba una sonrisa estúpida y cambiaban de manera estudiada a cara de ser ingenioso e ilustrado. ¡Juan Salvador Gaviota!, ¡como el libro!.
El hecho de recalcar que mi nombre era como el título de la obra más reconocida de Bach, me repateaba el hígado, pero como buen ser humano sacaba mi cara más falsa para sonreír de manera que pareciese que acababa de oír por primera vez aquel ingenioso chascarrillo.

Los análisis no engañaban, Juan Salvador “Gaviota” tenía metástasis por todo el cuerpo, a lo sumo, viviría tres meses más. Miré mi reloj, vaya fastidio, lo tarde que es con la de cosas que tengo aún que hacer. Cerré la carpeta que contenía el informe, me despojé de la bata blanca y salí con los papeles bajo el brazo dirección de la oficina del director jefe.

-Buenas tardes, dije a la vez que accedía al despacho del director jefe, en la puerta una pequeña placa informaba de quien había tras la puerta, M. Sánchez López.
-Hola Miguel, dije mientras me sentaba en el sillón rojo frente a la mesa atestada de papeles e informes del médico jefe. Miguel me saludó sin levantar la vista de los folios que leía. Pude fijarme con atención en aquel pequeño hombre, pasaría de largo los cuarenta pero nada delataba su edad. El pelo lacio separado por una línea hecha con regla aún permanecía zaino, un poblado bigote bajo la nariz desproporcionada para aquella cara, aún más pronunciada por la pequeña gafa sin monturas que usaba, se movía debido a la lectura silenciosa que hacía el médico. Su despacho estaba repleto de estanterías con libros y archivadores, una pequeña ventana era insuficiente para llenar de claridad la estancia, que al igual que todo el hospital, se iluminaba de fluorescentes.
No sentía nada, ni dolor, ni miedo, ni rabia. Esperaba paciente observando todo a mi alrededor, a sabiendas que todo carecía de importancia e interés, salvo que tenía mis horas contadas. Pero aún así, mi estado anímico seguía siendo el mismo que adquirí tras tomar mi primer café.
-Tú dirás, interrumpió mis pensamientos las voz grave que parecía salir de lo más profundo de una caverna, impropia de aquel pequeño hombrecillo. Sin mediar palabra le arrojé mis informes sobre la mesa.
Miguel sin apartar sus ojos que asomaban por encima de las lentes sobre su inmensa nariz de los míos, tomo el informe y solo hasta que tuvo los papeles a la distancia correcta y en posición para el enfoque correcto no dejó de mirarme para fijarse en los documentos.
Su cara se iba demudando, cuando acabó de escudriñar todos los datos dijo de manera casi automática.
- ¡Vaya por Dios!
- ¿Qué tiene que ver Dios en todo esto?, dije en un tono monótono.
Miguel, acostumbrado a mi estado ateo, ni tan siquiera se dignó a replicar.
- ¿Qué piensas hacer?
- Nada, fue mi lacónica respuesta.
- ¿No quieres entrar en ningún programa experimental?, aventuró a modo de último salvavidas.
Sonreí de medio lado, negué con la cabeza y dije con el mismo tono invariable:

-Me tomo estos tres meses de vacaciones.

martes, 23 de agosto de 2016

MIEDO

El MIEDO, así con mayúsculas. Todos tenemos miedo, es algo intrínseco a los seres vivos, el miedo nos hace ser prudentes y ayuda a que las especies sobrevivan, aunque siempre hay individuos que carecen de una parte de los miedos o de casi su totalidad. Hay personas que si oyen un ruido, no se tapan con la sábana protectora de cuchillos, y son capaces de levantarse de la cama e ir a ver que ocasionó el estruendo; o quienes son capaces de escalar montañas imposibles o descender a cavernas jamás visitadas. El miedo, esa sensación tan subjetiva y tan aprovechada; Explotada por sacerdotes y escritores, pasando por madres, profesores, cineastas... El miedo a Morir; a ser devorados; a que te entierren vivo; a perder a un ser querido; al dolor; a la condena eterna; a la oscuridad; a las alturas; a los seres de otras especies; a lo desconocido... Sólo para aquellos pocos valientes que no tienen miedo y se diferencian de los de su especie, va dirigido el relato que podrán leer en mi blog. Una vez leído, sabed que os convertiréis en mansos corderos temerosos de la manada.

martes, 5 de julio de 2016

María

María era una niña de once años con una imaginación desbordante, enjuta y con una cabeza rubia llena de rizos, su pequeña nariz se perdía entre los dos grandes ojos de color verde.  Todos los día se retrasaba en la llegada del colegio y le presentaba a su madre las más dispares de las historias para justificar su tardanza.
 Así, un día le dijo a su madre, que cuanto más rápido avanzaba, más largo se hacía el camino, este se estiraba como chicle y jamás lograba llegar a casa, y que gracias a su ingenio, pudo llegar a una esquina y bordear a la calle esa que no la dejaba avanzar.
 Otro día que llegó llena de tierra, sucia como si se hubiese bañado en lodo y también a horas intespestivas, le contó a su madre que la calle se había derretido, y que casi se la traga, pero que una cigüeña se apiadó de ella y le ofreció sus patas para que se agarrase y poder salir volando de aquella muerte segura.
 Su madre, viuda y que se desvivía por su niña María, evitaba enfadarse y escuchaba con estoicismo las fábulas que su hija le narraba, tal era el énfasis que la niña ponía al contar aquellas historias decorándolas con detalles y sensaciones, que a su madre se le difuminaba el enfado y acababa embelesada  escuchando con apremio las luchas de su hija por llegar sana y salva a su casa.
 Aquel Viernes todo fue diferente. La madre de María no tenía que trabajar, así que decidió ir a recogerla al colegio, e irse a comer algo a un bar. Cuando desde la acera vio a su hija salir del colegio, un vuelco le dio en el corazón. No podía creer lo que veía, su rostro se descompuso y entonces rompió a llorar.

viernes, 17 de junio de 2016

El Hombre Araña

 -Me llamo Marcos, tengo 31 años y vivo en una pequeña ciudad al sur de Andalucía.
La habitación no era muy grande, del techo caía un micrófono, aquello le recordaba demasiado a un cuadrilátero de boxeo, y frente a él un espejo donde se veía reflejado. Sabía que detrás del espejo tres personas lo observaban con detenimiento y grababan todo lo que entre aquellas blancas paredes estaba sucediendo.
 Todo empezó el invierno del año pasado, debido a un fuerte resfriado, combinaba unos potentes fármacos para aliviar mi mal estar. Al estar bajo los efectos de los analgésicos no noté como una araña había inoculado su veneno en mi torrente sanguíneo.
 Una semana después, comencé a sentir los efectos de la picadura. Trabajo en una refinería, limpiando las gigantescas cubetas donde se depositan los distintos elementos de la transformación del petróleo. Eso junto a la radio actividad de los submarinos nucleares que pasan por el estrecho, aceleraron la mutación.
 Mi cuerpo se transformó, mis caderas se desplazaron hacia detrás creciendo dos piernas nuevas, bajo mis brazos, brotaron dos nuevos, así fue como se convirtió mi cuerpo en una mutación muy desagradable, mezcla de homínido y artrópodo.
 Mi vista no es aguda, pero he desarrollado una gran capacidad olfativa, y cada vello de mi cuerpo es capaz de determinar la humedad del aire y la temperatura.
 La alimentación también ha variado, ya no como verduras, actualmente solo devoro perros, gatos, gallinas,...
-No doy crédito, le decía la doctora Susana López a sus compañeros, el doctor Francisco Prieto y Roberto Muñoz.

miércoles, 1 de junio de 2016

Los Gonzalez

Mi abuelo se llamaba Iñigo Zurragamendi, cuando se trasladó al sur con toda su familia, pasó a llamarse "el vasco", mucho más cómodo de hilvanar en las bocas sureñas que cualquier apellido de las vascongadas. Pero a mi abuelo se le conocería después por muchos otros apodos.
Abu, así es como yo le llamaba, todos los demás nietos y nietas le llamaban Señor, yo al ser la primogénita, desfloré su endurecido corazón, que andaba limpio de afecto y obtuve el cariño de aquel hombre impertérrito. Como os iba diciendo, Abu era un tipo muy vikingo, no solo en su fornido aspecto físico, también en su forma de pensar y actuar. Por ello, a su muerte, quiso que le quemaran en un barco y lanzaran su cuerpo al mar. Algo que se negó en rotundo mi abuela, que cedió en parte y solo permitió que se quemara el cuerpo tras un padrenuestro silencioso.
Así, dispuso que en el jardín de la casa se hiciera una cama de leña, en la cual reposó el cadáver que estuvo ardiendo dos días. Una lluvia primaveral hizo que mi abuelo terminara por extinguirse.
 Esa misma tarde, hice un alcorque con los restos de la ceniza y planté en él un fresno. Tiempo después, descubrí que el árbol fue intensamente regado por las lágrimas de mi abuela, que cada amanecer se acercaba a hablar al fresno como si de su marido se tratase; y acababa de rodillas, arrancando los pequeños brotes de hierba que intentaban nacer en los dominios de la tumba; derramando lágrimas como una fuente.
 Escribo estas líneas cobijada por las ramas del árbol que hace años planté, aún siento como mi abuelo mira por encima de mi hombro a ver que ando tramando y escribiendo.

martes, 31 de mayo de 2016

Dragón

 La noche había dura, muy dura. Drogas, sexo, alcohol. Los mil euros que había cobrado habían desaparecido de su bolsillo en un solo día, invirtió el capital en placeres efímeros que solo se reflejarían ahondando la decrepitud de su cuerpo y en su debilitada memoria.
 La casa en la que vivía, embargada por las deudas, había conocido tiempo mejores, ahora, paredes vacías, donde la pintura que quedaba no era más que un reflejo de lo que en otro día fue. Una butaca, un catre y una televisión en blanco y negro depositada en el suelo, que hacía las veces de mesa, para apoyar un cenicero al que no se le veía el fondo desde hacía años.
 Una caja oscura y vacía era su morada, su mundo exterior era un reflejo de su interior. Aquel día había sido épico, la garganta le quemaba por el exceso de alcohol, tabaco y cocaína. Se levantó del sofá y se dejó caer en la cama, mientras caía sobre el mugriento colchón, se daba cuenta que aquella había sido una mala idea, mientras su cuerpo se inclinaba y adoptaba la posición horizontal, de su estómago brotaban los jugos gástricos quemando todo resto de debilitada piel, subía proporcionalmente a la misma velocidad que el cuerpo caía. Intentó estabilizarse en el aire, pero la maldita gravedad hacía cumplir su ley, era una justicia implacable. Las sudadas sábanas estaban tan próximas a su cara como el vómito de ácido a su boca. Rebotó sobre el colchón, pero el fuego salió de su boca sin control, esparciendo el corrosivo líquido mezclado con sangre por todos lados. Cuando su cara volvió a posarse sobre las ya húmedas sábanas, la quemazón había acabado y pudo dormir el sueño eterno de los dragones.

miércoles, 20 de abril de 2016

El General Demócrata

Corría el año 258 A.C., Cartago envía al cuestionado general Anibal Giscón defender la isla de Cerdeña. Tras una vida azarosa con derrotas y victorias en su haber, la pérdida de toda la flota cartaginesa contra los romanos, puso su cabeza pendiente de un hilo, tal y como le sucedería al envidioso de Damocles; cuando el tirano Dinisio I, le dejó sentarse por una noche en su trono. Durante el banquete, el ciudadano se dio cuenta que una espada estaba sujeta por un hilo sobre su efímero trono. El rey, le advirtió que esa noche disfrutaría de los lujos, y los peligros que él mismo padecía cada día.
Debía defender una plaza complicada, así decidió repartir la responsabilidad con sus soldados, sometió a votaciones los turnos de vigilancia, las tácticas que se debían emplear en los ataques, el reparto de alimentos... los días pasaban en poner de acuerdo a tanto soldado ocioso, que prefería discutir en corrillos a prepararse ante la inminente batalla.
 Los espías Romanos, pronto dieron cuenta a sus cónsules del estado democrático en el que estaba sumida la isla. El ataque y la victoria se realizó con celeridad. Los soldados no sabían que hacer, Giscón sometía a votación todo, sus generales se desesperaban al ver que cada decisión, se realizaba tarde. Al final perdieron Cerdeña, y los que lograron huir, culparon de su desgracia al general demócrata, al que crucificaron por no haber sido capaz de ganar al pueblo romano.

jueves, 7 de abril de 2016

MUERTOS VIVIENTES



La noche hacía rato que se había ido, mi amigo Marcelo y yo volvíamos cansados a casa. Sentados en el vacío vagón de metro, esperábamos impacientes llegar a nuestra estación.
La próxima era la nuestra, el tren comenzó a disminuir la marcha, pudimos ver que en el andén, cientos de personas se agolpaban. Sus miradas fijas en ningún punto delataban que hacía tiempo aquellas almas andaban inertes. No dábamos rédito al dantesco espectáculo al que asistíamos como espectadores de primera fila; el tren detuvo su marcha. El miedo se apoderó de nuestros enjutos cuerpos, en segundos las puertas se abrirían y aquella muchedumbre entraría en tropel. Un silbido hizo que nuestros vellos se erizasen, un instante después,el acceso quedó franqueado y aquellos seres alienados entraron sin prestar atención a nuestros jóvenes cuerpos. Como pudimos nos deslizamos al exterior.

Afortunadamente, escapamos una vez más de la rutinaria vida de los habitantes de la ciudad.  

martes, 8 de marzo de 2016

Declaración de amor

Llegará el día que te tenga que mirar a los ojos
afrontar la dulce necesidad de explicarte como soy
liberarme de estas cadenas y expresar en todo mi ser
la verdad, la única verdad.
Sentarte a mi lado, cogerte de la mano, sonreír.
¡Dios dame fuerzas para afrontar este trago!
Ateo con ínfulas de párroco.
Me pierdo en tus ojos, me encadeno a tus blancas manos, sangro con tus rojos labios.
¿Cómo decirte la verdad, toda la verdad?
El aire se comprime en los pulmones
la lengua trata de escapar de la atadura de la razón
los ojos ahogados, sin saber nadar, en lágrimas contenidas.
El corazón late espoleado por la situación.
Angustia, incertidumbre, paz, amor, armonía...
Destilas todo lo que siempre quise tener,
y por fin brotó.
El tiempo detuvo sus impertérritas manecillas,
los pájaros plegaron sus alas, 
las mariposas planearon sobre nuestras cabezas.
Tu respuesta clara y rotunda,
con una sonrisa en la comisura de los labios
que me hacían dudar de tu sentencia.
Miro el mar, sentado en la arena
un grupo de delfines nadan en paralelo a la orilla
el cielo es celeste como tus ojos
la arena fina como tu piel
Los rayos del sol broncean mi piel
al fondo una pareja juega con sus hijos
sonrío, me incorporo y entro en el mar.
Nunca más se supo de aquel tipo que declaró su amor.





viernes, 4 de marzo de 2016

Si quiero

Parece que fue ayer, pero hoy hace 16 añitos que decidimos dar el "si quiero".

"Si quiero"; que cuando las cosas se tuerzan, tenga un pilar donde atarme, que resista las tempestades que pudieran arrastrarme hacia quien sabe donde.
"Si quiero"; estar junto a quien me cuida y me mima.
"Si quiero"; saber que estás ahí, porque mire hacia donde mire, siempre estarás presente, ya que nunca has estado fuera de mis pensamientos.
"Si quiero"; Saber que eres la única que es capaz de encenderme, apagarme, templarme con una mirada, una palabra, un gesto...
"Si quiero"; Pasear por la orilla de tu mano.
"Si quiero"; Mirar el reloj y preocuparme si no estás.
"Si quiero"; Acurrucarme y sentir tu cuerpo junto al mío.
"Si quiero"; Quererte.

"Yo os declaro marido y mujer".


jueves, 18 de febrero de 2016

Extracto de Poema

Ojos ahogados, sin saber nadar, en lágrimas contenidas.

Terror

-¿Sabes que son dos planchas de hierro?, de esas que utilizan para hacer barcos. Miraba a la joven a los ojos, sin pestañear. La chica lo miraba asustada, sin saber cual sería la reacción del hombre.
-Pues así es como está ahora mi cabeza, mi cerebro, mis pensamientos, aplastados entre dos pesadas planchas de esas. Decía esto sin enfatizar, sin expresar ningún sentimiento, quizás el de hastío y eso no le gustaba nada a la chica.
-¿Ves esto?, seguía hablando con el mismo tono, -¿Lo ves?, insistía poniendo la pistola en la cara de ella. Un gesto afirmativo bastó para que el hombre armado se conformara.
-Esto es el único gato hidráulico que conozco, capaz de quitar esas pesadas planchas que me oprimen.
-¡Hierro contra Hierro!. lo dijo mientras se colocaba la pistola en la sien.
No hubo tiempo a más, tras la explosión, silencio. La sangre caliente junto a restos de huesos, piel y pelos se esparció por la sala y la cara de la chica.

sábado, 30 de enero de 2016

Rizos de Oro

 Aún no levantaba un palmo del suelo cuando su cabeza llena de rizos de oros se había hecho famosa en toda la comarca. Con Dieciseis años, Inma ya era una experta cazadora. Desde el Olimpo, la admiraban los Dioses, que apostaban entre ellos para ver si acertaba a la presa o no; los que no confiaban en sus capacidades, le tendían trampas, que la joven sorteaba con una facilidad pasmosa.
 Diana, celosa por los logros y la atención que acaparaba aquella humana, decidió castigarla. Envió un Adonis que trataría de robarle el corazón. No tardó el malvado emisario cumplir con su misión. La joven rizos de oro se entregó en cuerpo y alma a quien consideraba su amado, abandonando su ser en manos del apuesto gallardo.
 Dejó la caza, dejó su mundo y pronto los Dioses se aburrieron dejando de protegerla...Un mal día, el Adonis entregó el corazón de la bella Inma a su jefa. Diana lo ensartó en una flecha y lo lanzó lejos.
 Al despertar la joven, se encontró vacía, triste, sola....vagando por el bosque, las ninfas se apiadaron de ella, y la fueron guiando hasta la Pachamama. Allí encontró su corazón, Un corazón más fuerte y cargado de amor y felicidad.
Sus rizos cobraron más fuerza aún, los destellos que emitían competían con los mismos rayos del sol. Cuenta la leyenda, que el mismísimo Zeus bajó a la tierra para pedirle uno de sus rizos. Pero que no os engañen, su verdadero poder no radica en el pelo, sino en su corazón; si eres una de las personas afortunadas a las que le salpica su sonrisa, notarás como todo tu ser se inunda de felicidad.



Felicidades Inma.

martes, 26 de enero de 2016

El Diario

-Relato escogido para un libro de microrelatos que debía llevar las palabras Otoño, Invierno o ambas.
Entre más de 2.400 se escogieron 1.000, y uno de ellos es este "El Diario"


Invierno, Otoño, Verano, Primavera, así hacia atrás. Como mi vida, cuando aprendo la lección, ya ha terminado el curso. Mi existencia es un caos, un calcetín del revés, una venida sin ida. Desde que me dejaste, ya no soy la misma persona, una sombra de lo que llegué a ser. Abyecto amor que me hieres...
 Cerré el libro con una lágrima que delataba que me sentía culpable de aquel sufrir.

lunes, 25 de enero de 2016

Nanorrelatos

-El Nanorrelato es una variedad literaria, que comprende relatos pequeños compuesto por pocas palabras, en este caso, el concurso las limitabas a entre una y diez.
Alguno de estos que expongo a continuación ha sido elegido para formar parte de un libro.

Título: “El gran Cañón”

Las vistas eran impresionantes, ¿Se aparta suegra?


Título:Amantes

Llegamos agotados, el amanecer nos recibió desnudos


Título:Divorcio

El faro se apagó, naufragamos...


Título: Desamor

Me dices “hola”; te digo “adiós”.


Título: “Silencio”

Oscuridad.


martes, 19 de enero de 2016

Un día de aquellos para olvidar

-¡Nivel de energía descendiendo de forma brutal!
-¡Maldita sea!, ¿Activa escudos de defensa!
-¡Pero eso gastará más energía!
-Será solo de manera momentanea,....espero.
-Escudos activados, ladrón de energía desiste.
-¡Alarma!, contra atacan, ¿Como?, parece que desisten en su idea de descargarnos, ¡No se fíen!
-¡Señor, estamos en reserva!
-¡Maldita sea!, aún no son las doce de la mañana y ya han descargado casi por completo toda la energía vital del día.
-Tratemos de sobrevivir con almacenes paralelos, amigos que nos cedan la suficiente energía para sobrellevar el día.
-Redactelo todo tal y como sucede en el cuaderno de bitácoras
-Sí señor
Puto Martes, a ver cuando logramos desembarazarnos de tanto chupóptero....

Cuaderno de Bitácoras:

-Día 19 de Enero del Año 2.016, tras realizar satisfactoriamente las misiones de la madrugada, procedíamos a salir de la nave nodriza destino a la cueva minera cuando....

viernes, 15 de enero de 2016

El valor de lo pequeño

Había una vez una niña muy bajita, era la más pequeña de su clase, y todos siempre se reían de ella; era tan diminuta, que apenas sobresalía por encima de los pupitres.
En sus sueños, anhelaba siempre ser una gigante, ver por encima de las copas de los árboles, rascarse la espalda en altas montañas, hacer de los picos llenos de nieves, improvisados helados. Pero cada mañana al despertar, volvía a encontrarse con la cruda realidad.
Bajarse de la cama era una odisea, llamar a los timbres, alcanzar a la mesa, coger un vaso,...todo era una aventura que le reportaba un gran esfuerzo.
El calvario llegaba en el aula, cuando todos se mofaban de ella por su estatura.
Un día, el colegio llevó de excursión a los alumnos al campo. Todos disfrutaron mucho paseando por los verdes valles y observando los animales silvestres. A la hora de volver, la profesora se había perdido y no daba con el camino de vuelta. Los niños, pronto empezaron a asustarse y lloriquear. La tutora no sabía que hacer, se sentaron todos en círculo y dejaron que la fría noche les abrazara con su oscuro manto.
La niña, al ver la actitud derrotista de sus compañeros, se puso en pie, y aunque apenas llegaba al ombligo de los niños, les habló de la importancia de hacer frente a los miedos, no rendirse nunca y como afrontar las vicisitudes que les pone la vida por delante. Les dijo, con una voz que cada vez se hacía más grande, que ella había tenido que superarse día tras día, y que si confiaban en ella, les llevaría de vuelta a casa.
Así, poco a poco fue aportando valor y esperanza en los asustados corazones de sus compañeros. Envalentonados por las palabras, decidieron seguir a la joven por los oscuros senderos. Nadie sabía de los conocimientos astrales de su compañera, ni ella los haría públicos.
A las pocas horas estaban siendo atendidos en sus casas, y aprendiendo valiosas lecciones impartidas por alguien que no llegaba al metro de altura, porque no importa el tamaño de la persona, sino el de su hazaña.

jueves, 14 de enero de 2016

Nuevo Relato

En mi otro blog, el de relatos eróticos...., acabo de colgar uno que ha sido seleccionado para formar parte de una antología en papel, si quieres leerlo puedes acceder através de este link.

http://relatoseroti-k.blogspot.co.id/