Tardes de Otoño
Su primer día de recolecta estaba nerviosa, impaciente, feliz… Aún no tenía los diez años, y su padre la llevaba por primera vez al campo con los amigos de siempre a buscar setas.
Apenas habían pasado diez minutos cuando descubrió una lepista nuda de casi quince centímetros; Con gran delicadeza cortó y elevó la azulada saprófita hasta los ojos de su padre, quien con una sonrisa de felicidad aprobó la labor de su niña.
Le apretó la mano a su hija y sonrió por última vez como hizo treinta años atrás en aquel bosque otoñal.
Mad el Mago
Me perdí en la historia...supongo que el padre habrá muerto envenenado!
ResponderEliminarSaludos.
jajaja, murió de viejo...30 años después de aquella tarde.
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