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martes, 23 de diciembre de 2014

El Vecino

El condensador de flujo estaba unido a la resistencia termomagnética que recibía la energía de la tierra sembrada con patatas, que a su vez crecían a un ritmo dos veces más rápido de lo normal y triplicando su tamaño original.
-!Vecino, vecino!, se oía gritar desde la parcela contigua.
-¡Vaaaa! gritó alargando las a a modo de indicar que tuviesen paciencia que ya imprimiría velocidad en acabar para llegar a tiempo.
No sabría calcular el tiempo transcurrido, pero para cuando vino a salir de su taller, una imagen le sobrecogió el corazón, sus hortalizas habían crecido mucho más de lo inimaginable, alcanzaban los tallos y las plantas tamaños de edificios de dos y tres plantas. Un zumbido casi le dejó sordo, una abeja del tamaño de un elefante sobrevolaba la zona.
Corrió entre aquellos enormes tallos hasta llegar donde antaño estuvo su casa. Una escolopendra gigante moraba en su interior haciendo de aquella construcción su hogar.
No se lo pensó dos veces, cogió una de aquellas hojas y comenzó a devorarla como si nunca hubiese probado bocado.





Para Alfredo "el vecino". Feliz Cumpleaños.

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