Cualquier tiempo pasado fue mejor
Sentada en el embarcadero junto a la botella de ron contemplaba cómo la media luna sonreía a la noche. Un largo trago le hizo caer de espaldas sobre la lardosa madera. Tres galeones hundidos en un nefasto año, murmuró. Fuegos artificiales rompieron la calma nocturna celebrando el comienzo de un nuevo ciclo. Con el último resplandor, la pirata se incorporó no sin dificultad, cogió su botella y volvió a surcar el mar de los recuerdos.
El Tesoro
Me despertó dando voces, me mantuve quieto bajo las sábanas cual ratón, abrazando a mi hermano pequeño. No quería que notase nuestra presencia. Descubrió el mapa del tesoro que dejé sobre la mesa. Marchó del camarote dando tumbos, llegó hasta el armario dónde había dejado escondido una botella de ron. Encontró su tesoro. Rió y pudimos una noche más dormir sin ser golpeados por nuestro violento padre borracho.
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