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jueves, 13 de agosto de 2009

Angustia

Angustia era el mote que recibía en el pueblo María Dolores Cabañuelos, era así conocida porque todo le aterraba y le producía esa sensación de Angustias que la paralizaba, este exceso de sensibilidad, hizo que todos en aquella villa decidieran rebautizarla con el sobrenombre de María Angustias, pero debido a la escasez del momento, quisieron economizar lenguaje y lo acortaron a Angustia; algunos, los más pobres, quisieron llamarla Angus pero el Señor Alcalde Don Mauricio de la Serna, junto al cura Don Camilo y el farmacéutico Don Alfonso Alfaro, en reunión de urgencias, optaron por dejarlo en Angustia, aunque entendían la precariedad del momento decidieron no redundar en el echo fehaciente de que aquel pueblo se sumía en la pobreza más absoluta, y mantener así el estatus adquirido durante años, sin recortar los motes más de lo debido.
Angustia era una señora de no más de cuarenta años, aunque debido a su existencia de sufrimiento continuo nadie en el pueblo era capaz de calcular su edad, incluso con la partida de nacimiento por delante, ya que tanto había sufrido aquella mujer que hasta los números se desordenaban a l ahora de hacer aquella sencilla resta.
El máximo artífice de aquellos padecimientos era Cristobalín, su hijo. Desde antes de quedarse embarazada ya sufría por el futuro que le depararía a ella y a su hijo aquella vida cruel.
Cristobalín era un joven espabilado de unos trece años, toda su existencia la había pasado subyugado a los temores de su madre, y si no había cogido un trauma era porque aquel pueblo estaba tan olvidado de la mano de Dios que allí jamás habían llegado. O al menos eso era lo que decía el farmaceutico Don Alfonso Alfaro, que como obsesión particular era que se asfaltara la carretera desde el pueblo hasta la ciudad.

14 comentarios:

  1. Me gustó eso de que era un pueblo tan olvidado, que ni siquiera los traumas llegaban hasta él. No deja de ser una ventaja.... En cuanto a Angustias...creo que ya no tenía arreglo... ahora Cristobalín, tiene la posibilidad de crear anticuerpos...ojalá haya sido así, y se haya dado cuenta que vale más pena vivir, que temer por lo que nos puede pasar.
    Un beso desde Montevideo, Uruguay.

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  2. Pobre mujer! qué tarjeta de presentación nos has dado de ella!!..convivir con la angustia perpetua es un gran calvario.


    Un abrazo.

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  3. Veremos a ver que pasa...gracias sois unos encantos...

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  5. Una historia que promete.
    Oye, ¿tú no tenías que estar haciendo la mochila, preparando el cayado y la vieira, camino de Santiago?
    Mira que el 23 soy yo la que se larga con viento fresco, a pisar las piedras que en su día inauguró Julio César.
    Dime algo.
    Un beso.

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  6. Entré desde cerca de las ruinas de Baelo Claudia para deciros que estoy de lujo junto al faro de Trafalgar que ilumina mi alma y permite que el Dios Ra dore mi cuerpo...
    Besos y el mes próximo estaré de nuevo con todos ustedes...difícil veo la subida aunque aún no la descarto...

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  7. Este es "tu principio"
    mago, no busques mas

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  10. Quizà, quiza, simplemente, ella no debiera haber sido bautizada, con este nombre pues corriò un peligro evidente de quedar por èl mercada.

    Ni Cristobalìn, ni olvidado pueblo.
    Ojalà lleguè por fin esa anhelada carretera.


    Mad, este jueves pasado, abrì mi convocatoria literaria a la atenciòn de todos vosotros.

    Se denomina, "¡Este jueves, un relato!".

    Yo te invito a que cuando tù quieras, a mi propuesta, cuelgues en tu espacio, un relato tuyo.

    El plazo de preesntaciòn, es hasta el viernes.

    La primera semana de cada mes, sin embargo, se descansa.

    Tèsalo

    http://odisea27.blogspot.com

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  11. Me encantan este tipo de micro historias en las que la mente sigue y sigue llegando a imaginar la vida completa de este mujer en concreto.

    Buenísimo¡¡

    Saludos

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  12. jajaja Riti nunca busque principio...

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