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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Eterno

El dolor no cesaba, era como cuando te introducen hierros candentes por los ojos para quemarte el cerebro...
Entiendo, nunca habéis sufrido ese dolor. Como imagino que nunca os habrán prensado la cabeza hasta reventarla...
Si no sois capaces de recordar vuestros anteriores padecimientos, ¿Cómo podéis apreciar el valor de las cosas?...
Pronto amanecerá, todos estaremos colgando de las sogas, no tengáis miedo, el paso será breve y no recordareis nada más; a mí me queda un largo recorrido.

1 comentario:

  1. Hacia tiempo que no me visitabas, me alegra verte Maguito.

    Desde luego hablar de dolor es algo infinito, los hay físicos indescriptibles (el del parto no está mal como ejemplo), los hay mentales, agotadores, sádicos, insidiosos, despiadados.
    Nacemos gritando y llorando, no nos acordamos, mientras, antes del último dolor, vivimos.
    Felices Fiestas de corazón, amigo, añado besito y enhorabuena por el magnífico viaje abajo esbozado, con tan grata compañía. hay que viajar siempre, aunque sólo sea cruzando la calle.

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