Aquel llano era perfecto para acampar,
el río les protegería la retaguardia, el amanecer aún no terminaba
de romper, el bufido del caballo soltó un vapor blanquecino que
indicaba que el Otoño daba paso al Invierno, muchos de sus soldados
no llegarían a ver las primeras nieves. Una lágrima se congeló en
su rostro.
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