-¡Ya no aguanto más!.
Los enfermos acumulados en los pasillos casi impedían el paso de los sanitarios
Los cadáveres se amontonaban en una morgue que recibía diez fallecidos por cada expediente que daba de salida.
La población confinada, los medios de comunicación tratando de dar un aspecto lúdico a una tragedia, el gobierno desbordado.
Mientras que para un sector de la población el estado de alarma se centraba en salvar vidas, para otro, giraba en cómo dejar pasar el tiempo confinado en su casa
El clamor popular de unos y otros se resumió en cuatro palabras.
¡Ya no aguanto más!.
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