Buscar este blog

sábado, 8 de enero de 2011

El agujero Negro

Sentado en la parada del autobús, observaba el transitar de los ciudadanos; parapetado tras su gorro y bufanda, veía en cada persona una historia, una vida.(1 corte, 6 minutos). Las luces de las farolas se reflejaban en el húmedo suelo. Envoltorios (2 corte, 4 minutos) de chucherías eran recogidos por una sombra verde, que sin prisas pero sin pausas limpiaba al borde de la calzada la acumulación de (3 corte, 3 minutos) deshechos.
Le llamó la atención un agujero negro del tamaño de una alcantarilla, justo en el centro de la calle, en la mismísima intersección (4 corte, 1 minuto) entre las vías. Los vehículos pasaban por su lado sin apenas prestarle atención al peligro que entrañaba.
Un hombre llegó a la parada, se dejó caer junto al lateral acristalado, en la que una propaganda de ropa interior mostraba a una hermosa joven luciendo sujetador y tanga sobre un exuberante cuerpo. Contrastaba ver al cincuentón abrigado y mal encarado junto a la joven casi desnuda y sonriente. Un cigarrillo prolongaba la extremidad de su cuerpo; al darle una calada, una señora que llevaba un coche de bebe tosió de forma ostentosa para llamar la atención. Todos giramos nuestros cuellos y vimos que miraba inquisitoriamente al recién llegado. Este le mantuvo la mirada, dio una nueva y profusa calada y lanzó el resto de su apéndice lejos, maldiciendo en voz baja y dolido en lo más profundo de su ser, lo hizo como quien se tiene que desprender de un riñón o del mismísimo corazón.
La colilla humeante quedó tendida a merced de los coches que pasaban, que movían la columna de humo en una danza sensual y mortífera.
La luz del sol comenzaba a competir con la iluminación artificial; Los ojos se fijaron nuevamente en aquel agujero negro que parecía que aumentaba.
- Eso es imposible, pensó. Pero lo que sí era cierto, era que la colilla estaba mucho más cerca, y se movía hacia aquel boquete. Era curioso, los coches estaban parados al final de la calle en un semáforo, no hacía viento y la colilla era como absorbida, dejando tras de sí una pequeña columna de humo blanco que adquiría una posición inclinada.
...continuará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario