Aquella señora encarnaba el mal, la monotonía de su voz mareaba al más paciente de sus oyentes, aya por donde fuera sembraba cizaña, su hija aún era peor, ya que la sabia nueva venía con más vigor y sus afrentas iban más lejos. Lo que más me aterraba, la descendencia seguía en una tercera generación; pelirroja de tan solo un añito que; o rompía esa mala baba de sus progenitoras, o el infierno representado en su cabello sería ella misma.
Los aquelarres modernos los hacían a plena luz del día, sin esconderse conjuraban al diablo sin que nadie se percatase de ello.
Cuando elegían una víctima, no cejaban en su empeño hasta destrozarla. Se sabe que uno cae en sus despreciables garras cuando desea gritar y huir pero no te salen los gritos y estas paralizado. Es entonces, cuando estas malas brujas tienden sus invisibles conductos y te pudren el alma y roban la sangre.
Malditas bastardas, noto un escalofrío en mi cerebelo, han estado aquí e intentan pudrirme el alma, no hay escape, leed esta carta y preveníos de ellas, están en todas partes...
Gracias ninfas de los bosques por insuflar energía a este pobre moribundo...
ResponderEliminar!AAAAh! el grito (no de Munch) en el bosque, y esa monótona voz, y la niña pelirroja de ¿ojos verdes? ¿Quién es el masculino progenitor? porque dondo hay madre debe haber padre...fauno de los bosques, gnomo???.
ResponderEliminarNo te pierdas en ese bosque "caperucito"
levántate, moribundo, huye...
Ligeramente espeluznante y misterioso, "estamos en todas partes"
natalí
No es el de Munch aunque pensé en él y en una amiga (Histeria).
ResponderEliminarEl relato no es más que la expresión de una necesidad de respirar, soltar lastre y recargarme de energía negativa tras toparme en la vida real con seres reales que nada tienen que envidiarles a los monstruos de mi relato.
Besos Natalí.
Valen...dale al desfogue Maguito, el relato tiene morbo y misterio, tú dale.
ResponderEliminarA los monstruos los topamos nada más salir...o sin salir de casa, podemos ser uno mismo !toma pensamiento metafísico! Ni caso Maguito,no te pongas histérico, ni soñarlo en relato, pero sacar la bilis va de coña.
Besitos a docenas y un varonil apretón del antebrazo a la romana del Quinto, natalí
jajajjaja...no quiero preguntar en quiénes está inspirado este relato!...se me ocurre que son muy reales y nada buenas estas damiselas! jajajaa
ResponderEliminarUn abrazo.
Y tan reales Neo, un árbol retorcido y lleno de espinos es un jardín precioso comparado con las malas artes que llevan las entrañas de estas ¿damiselas?.
ResponderEliminarOfrecen una cara y luego, tras esa máscara está el verdadero rostro putrefacto. A mí no me sorprendieron puesto que el olor traspasaba las máscaras y tengo buen olfato, pero no todos son hábiles a la hora de reconocer el tufo que desprenden las hijas de Satán...
Besos y que un halo de bondad proteja tu corazón, tu alma y tu cuerpo.
Besos.
Natalí, el fuerte brazo de Quinto a veces sería necesario en estos tiempos que corren.
Besos.
Pues tengo unas vecinas que encajan más o menos en el perfil... ya me has acojonado¡¡¡ jeje
ResponderEliminarMuy bueno este texto, al grano, muy directo y realmente estremecedor.
Un abrazote y gracias por incluir el banner¡¡
Te gusta vivir en el límite Sinuhé, yo ni te cuento de a cuantas almas malditas me enfrento día a día y con cuantas convivo en comunidad...
ResponderEliminarMordor es un parque infantil comparado con mi día a día...
Gracias por seguir mi Blog.