Navegando por la red, a un Mago buscó, y el destino a un jardín le llevó. Al parecer cómodo se encontró, y este poema le dedicó.
Del amor del sur,
de su tremenda luz,
el baile del tul,
sorprendeme tú.
No quiero un fin,
en el romántico desliz
búscame una flor de lis.
Por ello quiero que sepas
que me gustó el azul de tu jardín
sigue vivo, sigue así.
Juan Peralta
Gracias Juan, y me alegro que disfrutes de este jardín que es regado para el deleite de todos.
¿Sigues en la hamaca? Te espera Poseidón y las sirenas en la mar gaditana ¿a qué esperas?
ResponderEliminarPero se está bien en el jardín azul, lo admito, índigo, cielo, marítimo entreverado de verde, turquesa, bajo la luz del sur, dice bien Juan Peralta, no añoras una flor gabacha monárquica, ¿para qué? la brisa abanica los pétalos azules y tú tan ricamente, con la cruz del campo, adormecido, en la mano.